Era un tremendo desafío y una deuda pendiente hacía bastante tiempo. Desde su génesis, Ong Entre Lengas, no solo ha trabajado por dar a conocer los diferentes y hermosos parajes de nuestra región, sino que también en educar en torno a ellas, por lo que el generar un espacio que convocara a diferentes actores vinculados a la educación ambiental en la región, siempre nos pareció algo clave y tremendamente necesario.
Sabíamos que existían excelentes y nobles iniciativas, como, por ejemplo, la del Colegio Helvecia, liderada por el profesor Felipe Osses, quien hace ya más de 10 años, y con el objetivo de que sus alumnos descubran en el kayakismo una oportunidad de desarrollo personal y profesional, desarrolla diferentes tipos de actividades en los lagos más emblemáticos de la región, o también, los siempre entusiastas forjadores ambientales del Colegio Inmaculada Concepción, liderado por la incansable Profe Fran. Como quedar indiferente a estas ejemplificadoras voluntades que giran en torno a educar ambientalmente, a cómo convivir con la naturaleza y que propician a que los colegios se puedan volcar a una pedagogía más verde. Sin duda que, compartir y retroalimentarnos de sus experiencias y procesos, así como de otros casos, era clave para aunar fuerzas en pos de construir una comunidad ambientalmente consciente que impacte nuestra región.
Tengo la fortuna que mi hija Josefa (11 años) pertenece a los forjadores ambientales, y he podido constatar la pasión con que espera semana a semana su cita ambiental. Como padres, es un tremendo orgullo que nuestra hija sienta esto como algo innato y voluntario, como una necesidad, más allá que siempre estemos en contacto con la naturaleza. Hemos visto cómo se nutre y como su entusiasmo por conocer y cuidar de la naturaleza se ha fortalecido, lo que nos reafirma una vez más, el enorme privilegio y ventajas que existen al tener contacto con nuestros bosques, ríos, tierra, etc., y que las actividades sean desde lo experiencial y no solo desde la teoría. Nos encontramos en un territorio tremendamente favorecido, donde no es necesario contar con recursos económicos ilimitados para articular instancias como éstas para los niños y jóvenes, sino que más bien, muchas veces se necesita algo tan simple y potente como la voluntad y motivación por querer hacerlas, y si trabajamos colaborativamente, mejor.
Este año a través de un fondo FODEMA de la Ilustre Municipalidad de Valdivia, pudimos materializar, en alguna forma, ese anhelo que teníamos por años, y realizamos lo que denominamos “Encuentro de Establecimientos Educacionales con enfoque en educación sustentable”, instancia que nos permitió contribuir a la generación de un espacio de diálogo y retroalimentación entre los distintos actores vinculados a la educación ambiental en nuestra región.
Para tal ocasión, sabíamos que teníamos que contar con un referente de la educación ambiental en nuestro país, y qué mejor que Rod Walker, considerado el “padre de la educación al aire libre en Chile”, y aun cuando el programa fue bastante ajustado, logramos armar una actividad completa y sumamente interesante, pudiendo contar con la participación de destacados personajes ligados al mundo ambiental, tales como Alberto Tacón (Seremi de Medio Ambiente), Wara Marcelo (bióloga y educadora ambiental) y Juan Díaz (Fundación Huilo-Huilo), además del apoyo y presencia de Carla Amtmann, Alcaldesa de Valdivia y Marcos Rodríguez, encargado SNCAE (Sistema Nacional de Certificación Ambiental de Establecimientos Educacionales), todo en medio del hermoso paisaje que nos entregaba el Parque Urbano El Bosque, escenario ideal para hacer esta actividad.
Cada una de las fantásticas charlas que nos compartieron nos volvían a empapar de pasión y determinación, pero el broche de oro lo pondría Rod quién cerraría la jornada con una charla abierta a la comunidad denominada “Consciencia de verdad, Tocando Tierra”, momento potente también desde el ámbito espiritual, donde pudimos constatar, con un público de más de 80 personas, no solo que su legado en Chile está más vivo que nunca, sino que también la noble e importante enseñanza de “desaprender”, dejando de lado por qué no, criterios o teorías erróneas que hemos acuñado por años, para conectarnos con la naturaleza desde el amor y su perfección, teniendo la humildad y determinación para asumir estados como estos. Solo así podremos respetarla. Sin duda, que nos revolucionó nuestro pensar y actuar.
Nos quedamos también, con algunos de los estudios y reflexiones presentados en la jornada, donde aprendimos que, erróneamente, hemos incentivado el concepto de “no podemos valorar ni respetar lo que no conocemos”, y que muchas veces desde el punto de vista que le damos a educación medio ambiental, hemos contribuido, sin querer, a propiciar una ecofobia en nuestros niños.
Quizás es el instante de sentarnos, repensar y reanalizar nuestro entorno. Pese a al uso de la razón e inteligencia que poseemos como especie, y muchas veces conociendo nuestro entorno, aun así, no lo respetamos. Un claro ejemplo está en un icono mundial, el monte Everest, donde se estima que se encuentran unas 50 toneladas de basura, más de 15.000 toneladas de desechos orgánicos y al menos unos 200 cadáveres humanos en sus alrededores.
Conocer es importante para proteger y conservar, pero claramente no es suficiente. Debemos actuar en consecuencia para proteger mucho más de lo que conocemos y todo lo que aún no conocemos. Debemos utilizar lo que conocemos para proteger lo que no conocemos.
Como equipo estamos sumamente contentos y nos preparamos para el reto de otras versiones siguientes. A modo personal fue muy grato poder contar con la presencia de 15 establecimientos y constatar las ganas e ímpetu por trabajar unidos.
Necesitamos reconciliar a los chilenos con la naturaleza y asegurarnos de que los niños, especialmente en las cuidades, tengan acceso a la naturaleza para aprender, conocer y para reconciliarse con esta y restaurar lo que hemos perdido. Adriana Hoffmann
“Si queremos que los niños florezcan, que estén verdaderamente capacitados, permitámosles amar la tierra antes de pedirles que la salven”. Quizás esto es lo que Thoreau pensaba cuando además dijo: “Cuánto más lentamente crezcan los árboles al principio, más sano es su corazón, y creo que lo mismo es cierto para los humanos".
Agradecer
El apoyo de Fundación Plantae, tienda Volcanika, Hotel Villa del Río, Alerce Outdoor.
Esperamos sea la primera instancia de muchas, para reunirnos y aunar fuerzas en el trabajo de aportar a la educación ambiental de nuestra región.
Por Erwin Martinez
Director Ong. Entre Lengas
